Inspirada por un texto de Ignacio Larrañaga, Pilar Huerta narra en este relato el viaje personal de un caminante que va de una montaña a otra creyendo que encontrará la felicidad cuando conquiste la cima más alta. La experiencia y los encuentros que vive a lo largo de su ruta, y en los que podremos vernos reflejados como en un espejo, le permitirán, a modo de moderno camino de perfección, hacer un descubrimiento esencial para vivir de verdad. El relato, que se apoya también en bellas citas literarias de profundidad espiritual, concluye con un posfacio de Jesús Barranco que invita al lector a leer el libro «como acto de caminar su propia biografía».