Lo único en lo que podía pensar Caleb Callaghan cuando, después de separarse, su esposa Vicki le comunicó que estaba embarazada, era en reconciliarse con ella. Esa vez el matrimonio funcionaría, y no importaba lo que tuviera que hacer para conseguirlo.
Pero quizá el precio de Vicki fuera demasiado alto. Quería algo más que amor... exigía que entre ellos hubiera total sinceridad. Sin embargo, había algo en el pasado de Caleb que él no podía contarle. Porque la verdad podría destruirlos.