Habían pasado ocho años desde que Nikos Kavadis dejó a Calanthe Petranakos sin decirle adiós, pero el dolor de ese desengaño volvió a la vida al verlo en la fiesta de cumpleaños de su padre, en Atenas.
Nik la enseñó lo que era la pasión, y luego destrozó para siempre su confianza en el amor y en los hombres.
Estaba claro que Calanthe todavía era susceptible a la potente virilidad de Nikos, pero, aun así, la impactante propuesta del griego la dejó sin aliento.
Porque, aunque aceptar un matrimonio era la única forma de ayudar a su padre enfermo, sabía que estaba regresando a la guarida del león.