El millonario Daniel Hamilton había encontrado la esposa perfecta. Cathy no estaba interesada en el ascenso social y económico como las mujeres a las que él estaba acostumbrado. El problema fue que la trabajadora e independiente madre soltera se había sentido cómoda con él porque había pensado que no tenía un céntimo, como ella.
Daniel tenía la intención de confesarle la verdad, que era el soltero más rico de la zona, y luego pedirle que se casara con él. Pero, antes de poder aclarar el asunto, Cathy descubrió la verdad por sí misma…