La educación de los hijos es un motivo recurrente en la producción dramática de Tirso de Molina, se trate de comedias de enredo o de comedias serias, y constituye para el autor una verdadera preocupación ética.
La verdadera misión del padre radica en sustentar a la familia y el hijo es tributario de la ayuda paterna. En
El honroso atrevimiento Lisauro se ve obligado a abandonar a su esposa y a su hija, pero no deja de preocuparse por el sustento de su familia.