Esmé Blanc se las había ingeniado para casarse interesadamente con Lord Seabrooke; pero no le sirvió de nada porque, a su muerte, el aristócrata legó cuanto tenía a su única hija, Daniela. Sin embargo, Esmé no estaba dispuesta a resignarse y convirtió a Daniela prácticamente en su cautiva, exigiéndole además continuas y cuantiosas sumas de dinero. En tal angustiosa situación, Daniela hubo de recurrir al Marqués de Crowle, quien, pese a su dureza de corazón, decidió ayudarla. Como iniciaron juntos una desesperada huída de Esmé, que estaba dispuesta a todo para conseguir sus fines y como finalmente la huérfana encuentra la felicidad, se relata en esta interesante novela de Barbara Cartland