La palabra es un decreto, cada pensamiento se hace realidad a través de la palabra que pronunciemos. Nuestro cerebro no entiende cuando se está hablando en serio, o de manera simulada, es la orden que está recibiendo de tu parte, cada palabra va a determinar los resultados positivos o negativos que veremos en el transcurrir de nuestra vida.
La palabra es un don, una sola palabra de rabia, descalificadora pesimista y que no esté en sintinía con la intención que se lleve internamente, atraerá lo negativo, cerrara los caminos, atraemos lo que decidamos.