La mujer que tocó a Jesús es un personaje que en el evangelio de Marcos destaca por su lealtad, su autenticidad y su resiliencia, su iniciativa y su capacidad reflexiva, su diaconía en el nuevo grupo y su poder relacional. Una mujer creyente, sanada y sanadora, que simboliza la reconfiguración del espacio de la casa, más allá de los cánones de la familia patriarcal.