El autor de este libro se responde a una pregunta: Si somos templos de Dios, ¿cómo es que no acabamos de integrar el cuerpo en nuestra espiritualidad? La fe, la oración y la lectura de la Biblia necesitan ser más encarnadas. Eso es lo que pretende este manual a través de numerosas citas bíblicas y de un centenar de meditaciones. Un libro que está dividido en tres partes que ayudan a tener una lectura corporal de la Biblia, a orar con el cuerpo y a tener una dimensión corporal de la fe.