Con la revolución de las comunicaciones ha muerto el género epistolar, o todo en él ha cambiado. Si el género epistolar cambia con las condiciones sociales, más rápidamente aún que los demás géneros, es por su mayor dependencia de las costumbres de cada época. Sin el estudio de las cartas, la cultura, la historia, la biografía presentan zonas de silencio o carecen de explicación.