«Aún recuerdo aquella vez que una compañera de clase llegó anunciando que su abuela había muerto. Todos acudieron a consolarla y hasta se libró de tener que hacer un examen. Y recuerdo que yo deseé que mi abuela muriera también para poder tener todo lo que ella tenía. Porque quería un poco de compasión, en lugar de lo que sea que sintieran por mí, que no tengo muy claro qué era».
Noel siempre ha creído que su cabeza no funciona como la de los demás: le falla la empatía, le cuesta comprender las emociones ajenas y no reacciona a las situaciones como el resto espera de él. También es bastante solitario; o lo era, porque todo cambia en el momento en que Lucas aparece en su vida de forma inesperada, rompiendo sus esquemas. Lo que Lucas no imagina es que ese chico tan
"peculiar" también será capaz de hacer girar su vida sin proponérselo.