Antonio Pavía se dispone en este libro a analizar cuidadosamente qué significa y qué supone realmente ser un discípulo amado de Jesucristo. Toma como punto de partida la escena en la que el Señor, antes de expirar en la cruz, les dirige unas palabras a Juan y a María, que permanecieron a su lado en este trance, puesto que debemos ser capaces de acompañar al Maestro hasta el Calvario para poder asumir de manera plena su Evangelio.