Las lecturas dominicales del ciclo A, aunque estén tomadas del evangelio de Mateo, son imposibles de compaginar con el proceso dramático del mismo. Pero el hecho de que el primer ciclo se dedique preferentemente a este evangelio anima a conocerlo mejor. La intención de este comentario es ayudar a descubrir el proceso que llevó a Jesús hasta la muerte, acompañándolo, a veces sin entender mucho, como los discípulos; escandalizándonos en ciertos momentos, como los fariseos; desconcertados, como las mujeres ante la tumba; cumpliendo, entre dudas y entusiasmo, la misión final que nos encarga, convencidos de que él está con nosotros hasta el fin del mundo.