Claire está a punto de cumplir treinta años y con la llegada del verano, decide ir a pasar una temporada con sus abuelos maternos en Tokio y acompañarlos en un viaje a su Corea natal, que abandonaron cuando comenzó la guerra civil y a donde nunca han regresado.
En Tokio, Claire se reencontrará con los recuerdos de su infancia y con un país donde no puede evitar sentirse una extraña. De sus abuelos la separan la distancia generacional y el idioma: ella ha olvidado el coreano y su abuela se niega a hablar japonés. Además, se ocupará de cuidar de Mieko, una niña japonesa a la que enseña francés.
La delicadeza y la precisión de la escritura de Dusapin reúnen en esta historia, evocadora y aparentemente sencilla, temas de enorme complejidad como las relaciones familiares, la herencia -cultural, el sentido de pertenencia y la migración.
El salón de pachinko es una novela sutil, llena de silencios e imágenes que revelan con dulzura y desgarro el complejo paisaje interior del desarraigo.