Por expresa voluntad de su recién fallecida Madre, Josina viajó sola y si dinero desde Italia hasta Inglaterra para ponerse bajo la tutela del Duque de Nevondale.
Cuando Josina llegó a Nevon descubrió que el lugar era maravilloso… tanto como su dueño. No obstante el Duque era un mujeriego y para salvarlo de un duelo, Josina tuvo que fingir ser su amante. Aunque aquello evitó un escándalo, la reputación de Josina quedó arruinada y el Duque decidió que tendrían que casarse.
Ella lo amaba, pero no podía aceptar que se casara con ella sólo por obligación…