Observar todos los puntos de vista, el histórico, el político, el sociológico o el cultural a lo largo del tiempo ayudan a tener una visión abierta y plural de nuestra propia realidad como país: hemos conocido la grandeza del Imperio Romano, hemos formado parte del reino visigodo, hemos visto la riqueza de Al-Andalus, hemos sobrevivido a la peste y la hambruna medieval, fuimos un imperio que abarcaba unos 20 millones de kilómetros cuadrados y que se fue perdiendo hasta hacernos caer en nuestras propias luchas, hemos superado guerras y dictaduras…