Escrita a lo largo de 1889 por el maestro León Tolstoi, "La sonata a Kreutzer" es una obra de una intensidad subyugadora, una de esas obras cuyo crescendo arrebata al lector, que se ve incapaz de abandonar la obra hasta no concluir su lectura. Enhebra además, junto a esa fuerza del argumento, una serie de razonamientos tan certeros que son un puntal fundamental para crear el asombro del lector: asombro ante lo que narra la obra, asombro ante unos razonamientos cuya lógica evidente permitimos que se oculte bajo los buenos modos de nuestra vida ‘civilizada’.
En "La sonata a Kreutzer", León Tolstoi nos relata la historia de Pózdnyshev, un hombre que se casa enamorado y dispuesto a llevar una vida de tranquila felicidad doméstica. Pero las dulzuras de la luna de miel pronto dejan paso a la rudeza de la vida cotidiana, cuando el amor se quita la máscara y queda la descarnada realidad. Cuando por último entran en escena los celos, el final trágico se precipita...