La acción ha sido hasta ahora un concepto irrelevante para la teología. El presente libro quiere contribuir a colmar esa laguna que no puede mantenerse por más tiempo. En el mundo de la acción, una religión que la ignore puede quedar fácilmente al margen, como quien nada tiene que decir de lo que ocupa y preocupa en la vida de las personas. Es el destino de las sectas, coherentes acaso en sus ideas, radicales en sus posturas, pero impresentables en sociedad.