Marina no puede hablar desde que, durante una discusión, sus padres le causaron un daño difícil de superar. Tras haber pasado una temporada en un hospital psiquiátrico, ahora se encuentra en un internado. Rodeada de sus compañeras de dormitorio y clase, Marina escribe un diario y, poco a poco, la reflexión y la observación la llevan a descubrir un nuevo sentido de la vida. Para reconciliarse con sus circunstancias, deberá aceptarse a sí misma y dejar atrás el resentimiento.