El deseo de Dios crea y mueve nuestra interioridad atrayendo y centralizando parte de lo que somos. Este libro recoge algunas reflexiones desde una perspectiva poco explorada: el deseo de las mujeres y el deseo pensado por ellas mismas. Sus autoras son teólogas y filósofas que se adentran en lo que el deseo de Dios significó para la vida creyente. Asomarnos al texto misionero de la samaritana, a la potencia mística de las metáforas vividas por Hildegarda de Bingen o a la esperanza luminosa de Etty Hillesum es recorrer parte de la vida trinitaria. Permite repensar las genealogías del conocimiento teológico y ciertas memorias creyentes que fueron dañadas. Recupera para ello exégesis y hermenéuticas textuales feministas, y plantea cuestiones subversivas que aún no han sido respondidas y que abren horizontes creyentes más éticos.