Matt Taylor era famoso por refrenar perfectamente sus emociones, y solo había perdido el control con una mujer; pero Hannah Murphy, la pelirroja de Melbourne con quien había mantenido una tórrida y breve aventura, formaba parte del pasado… o eso creía hasta que apareció en su oficina de Londres, embarazada de siete meses.
Hannah había cruzado medio planeta para informarle de que iban a tener un hijo, pero la fría reacción de Matt le hizo preguntarse si era el mismo hombre que la había vuelto loca de deseo. Matt le tendría que abrir su corazón si quería que se quedara en Londres y lo compartiera todo con él, empezando por su bebé.