La prestigiosa teóloga española Isabel Gómez-Acebo propone en este libro una profunda reflexión sobre la vida, sobre su origen y su final, sobre la espiritualidad, la vocación personal o nuestra relación con los demás y con Dios. El hilo conductor que une todos estos temas es el agua, elemento fundamental para la vida, que ha tenido siempre una importancia vital para la comunicación, ha simbolizado la libertad y ha sido utilizada para describir simbólicamente el estado espiritual de las personas.