Este número de Concilium da espacio en primer lugar a las voces indígenas para que expresen sus alternativas teológicas y pastorales en diálogo con las prácticas cristianas que se mantienen, en su mayor parte, arraigadas en actitudes coloniales de dominación y asimilación. Las voces indígenas recogidas en este número exigen un replanteamiento de las tradicionales teologías bíblicas y fundamentales, de la ética, la eclesiología, espiritualidad, ministerios, etc., y proponen una variedad de perspectivas y experiencias para una fe y esperanzadas renovadas en las iglesias.