¿Acabaría Ethan sellando aquel negocio con un beso?
Se decía en la ciudad que Ethan Traub iba a llevar su negocio petrolífero a Thunder Canyon y que lo acompañaría su secretaria Lizzie Landry. Sentar la cabeza no formaba parte de los planes de aquel acaudalado soltero. ¿Por qué entonces se oían cada vez más rumores de que estaba empezando a ver a Lizzie como a algo más que a su devota empleada?
Lizzie podía estar secretamente enamorada de su atractivo jefe, pero sabía mejor que nadie que no era de los que se casaban. Además, ella tenía sus propios sueños: volver a Texas para abrir una panadería. Sin embargo, según parecía, el magnate del petróleo no iba a dejarla marchar tan fácilmente.