La inocente Meagan no tenía la menor intención de participar en el plan de su hermano para derrocar al rey de Edenbourg; tampoco esperaba enamorarse del hombre que se suponía era el enigmático príncipe Nicholas. Pero cuando quiso darse cuenta, estaba más que implicada en el complot político... y con el irresistible teniente Benjamin Lockhart.
Meagan admiraba al valiente Lockhart por estar defendiendo a la familia real bajo su falsa identidad pero, al descubrirse la verdad, el peligro acechaba allá donde fuera la pareja. Meagan se encontraba en la encrucijada de elegir entre su familia y su propio príncipe azul...