Jenna Stanton había criado a su sobrina Blair sin saber quién era su padre… hasta que un pedazo de papel la condujo a Hank Logan, un ex policía gruñón y arrebatadoramente atractivo. ¿Cómo podía decirle que Blair era su hija? Y más importante aún, ¿debería decírselo? Su instinto policíaco le dijo a Hank que la hermosa viuda y la encantadora niña no estaban en el pueblo por casualidad. Pero cuando descubrió la verdad se quedó absolutamente perplejo, porque en Blair y Jenna veía la oportunidad de asumir los dos papeles que había jurado no desempeñar jamás: padre y marido.