Dos de la mañana en el metro de Nueva York, primera década del siglo XXI. En la ciudad está vivo el recuerdo del ataque a las Torres Gemelas.
Jack Reacher y cinco pasajeros en un vagón. Algo no está bien con uno de ellos: cumple con todos los requisitos del terrorista suicida. Reacher los sabe de memoria y va a entrar en acción antes de que sea demasiado tarde. El reflejo de una guerra en el territorio menos pensado.
Así empieza a desmadejarse la trama de
Mañana no estás. Infalible, incluso cuando se equivoca, Reacher va siguiendo las hebras del terrorismo islámico, el Pentágono, la carrera de un prometedor candidato a senador, de la policía y de todas las fuerzas de seguridad de una ciudad, la capital del mundo, asolada por las amenazas, y por la paranoia.