Quinto de la serie. Samantha Keating siempre había querido tener un hijo y, a pesar de haber enviudado, con la ayuda de la clínica de fertilidad Armstrong, su sueño estaba a punto de hacerse realidad... ¡por triplicado! Y aunque no estaba buscando un padre para sus trillizos, de pronto se encontró con que estaba empezando a albergar sentimientos hacia su vecino, el atractivo soltero Héctor Garza. Tenía que ser porque sus hormonas estaban dislocadas con el embarazo, se decía. Además, ¿estaría dispuesto Héctor a aceptar como suyos a los bebés de otro hombre?