El padrino podía ser el regalo perfecto, un regalo que podía ser para siempre.
Matthew Beaumont no quería que los escándalos arruinaran la boda de su hermano, pero Escándalo era el segundo nombre de Whitney Maddox. Había permitido que la extravagante actriz y cantante asistiera a la boda con la condición de que se comportara. Pero había acabado siendo él el que no había sabido guardar las formas con la irresistible dama de honor.
Decidida a enterrar su pasado, Whitney hacía años que llevaba una vida tranquila. Sin embargo, después de acabar en los fuertes brazos de Matthew por culpa de un tropiezo, no había podido dejar de imaginar una noche de pasión con el padrino.