Gracias al poder de la quietud podemos focalizar la atención y posar la mirada con mimo y entereza sobre aquellos fenómenos que merecen ser atendidos. Denkô Mesa nos invita a adentrarnos donde se escucha el eco de las horas y se percibe el latir del universo. Allí donde se agudizan los sentidos y se expande el corazón, podremos alcanzar el aroma de lo perdurable.