La princesa Adrienne de Marigny estaba a punto de hacer realidad su sueño de convertirse en criadora de caballos y, para llevarlo a cabo, había adquirido un magnífico semental, pero sus intereses chocaban con los de Hugh Jordan, un arrogante ranchero que ambicionaba quedarse con el caballo. Hugh tenía dos ases bajo la manga: el secreto de Adrienne… y la pasión que ella sentía por él. Sin embargo, ni el ranchero ni la princesa podían prever el desenlace de aquella rivalidad.