Desde que el prometido de Jennifer había muerto, su despiadado padre había estado intentando hacerse con la custodia de su hijo. Era cierto que se trataba de un hombre rico, pero él jamás podría querer al pequeño como lo hacía ella. Entonces se le ocurrió decir que el niño era de otro y pensó en su jefe, Matt Holder. ¿Qué diría él si le pidiese que fingiera ser el padre de su hijo... y su prometido?