La Guerra Civil española no acabó para todos en 1939: quienes se encontraron en el bando de los vencidos tuvieron que sufrir las represalias de los vencedores. Encarcelada durante cinco años y castigada a la pena de muerte, la autora transmite su incomprensión ante el abuso de poder ejercido por algunos de los responsables de las prisiones. Indignada por la injusta muerte de Antonio Azcón, su marido, el libro muestra la pena, el dolor y la rabia de Ángeles Malonda por el sufrimiento de sus más allegados, a la vez que la desesperación por la separación de sus hijas. Finalista del Premio Espejo de España en 1982, este volumen es una crónica de nuestra historia, vivida en primera persona y relatada para dejar constancia de los recuerdos de una época, con el deseo de que nunca nadie sea espectador de una guerra, y menos aún de una guerra civil.