Los campesinos del centro de México y en especial de Morelos defienden su patrimonio familiar; mediante un ritual el 28 de septiembre. Ellos tienen la creencia y la confianza de que Dios envía a san Miguel el día 29, para luchar contra el “Maligno”, defender todo lo que esté “enflorado” con la Cruz de Pericón y bendecir la primera cosecha de la temporada.