La crisis de la pandemia ha puesto de manifiesto en todo el mundo las debilidades de los sistemas económicos, sociales, sanitarios y políticos, sea cual sea la forma de gobierno. Siguiendo la estela de
La verdad de la pandemia, que ya apuntaba el tipo de conflictos emergentes, la autora pone sobre la mesa que la Tercera Guerra Mundial ya ha empezado y que sus batallas no van a ser solo militares, sino que se van a centrar en las luchas de las élites por el poder, el control de la ciudadanía a través del miedo y la manipulación, de la censura y, en general, del debilitamiento de la sociedad en todas sus facetas.