Algunos califican la novela "Los muertos mandan" como una obra de terror, e incluso se ha llegado a decir de ella que era una novela de zombis. Nada de esto es cierto. "Los muertos mandan", escrita en 1908, es una novela entretenida, como todas las de Vicente Blasco Ibáñez. Su lectura es recomendable, sobre todo por cómo retrata aquella Ibiza de antaño, cuyas costumbres han hecho las delicias de los antropólogos.
Blasco Ibáñez refleja en "Los muertos mandan" sus impresiones y recuerdos de Mallorca e Ibiza, pero más que sus paisajes, las célebres cuevas, los olivos seculares y las costas eternamente azules de estas islas, centra su atención en las gentes que las pueblan y sus divisiones en castas que aún perduran a causa, sin duda, del aislamiento isleño refractario a las tendencias igualitarias, y vió en la existencia de los judíos conversos de Mallorca, los llamados "chuetas", el gérmen de una novela psicológica.