Oficio de tinieblas, considerada una obra maestra de la narrativa latinoamericana, está basada en el levantamiento de los chamulas de 1867 a 1870 en San Cristóbal, Chiapas, que culminó con la crucifixión de uno de ellos al proclamarlo como el Cristo indígena. Rosario Castellanos se sumerge en la historia y sus protagonistas para buscar entender las circunstancias que llevaron a un pueblo a tan desgarrador acontecimiento y lo recrea en un México cercano: el de la reforma agraria durante el gobierno de Lázaro Cárdenas.
Una extraordinaria narración que retrata en toda su crudeza la opresión del mundo indígena, que apenas consigue sobrevivir a la pobreza mientras enfrenta el menosprecio y despojo de sus tierras por parte de los blancos ladinos.