Alejándose de las grandes hazañas del prócer inmortal, Roberto Lovera De-Sola nos acerca al Bolívar niño, adolescente y adulto joven, época vital que modeló al futuro héroe como designio de sus propias circunstancias. A través de una profusa y bien seleccionada documentación, en la que destaca un importante contenido epistolar, el autor nos brinda el retrato de un Libertador poco trajinado por la historiografía habitual: desde el niño huérfano, sin figuras paternas bien definidas, pasando por el adolescente rebelde y el temprano dolor de su viudez, hasta el rapto decisivo y definitorio de su juramento en el Monte Sacro. Entretienen al lector, además, las abundantes incidencias de los principales actores que rodearon al Padre de la Patria en sus primeros 25 años de fragua, indispensables todos para entender sus pulsiones.
Simón Bolívar en el tiempo de crecer transita la senda del venezolano más universal durante su período de conocimiento, descubrimiento, ensayo, contacto con la gente y con las cosas, con los pueblos y culturas de otros países y con las grandes corrientes de pensamiento de su época. Son los años intensos, cargados de trascendencias íntimas, en los que se forjó el ideólogo, político y guerrero que luego habría de fulgurar en la historia.