Cuando la presentadora de televisión Dakota Delany accedió a que el guardaespaldas Ian Russell se convirtiera en su sombra durante dos semanas, no sabía que iba a tener que luchar contra aquel espléndido hombre que controlaba cada uno de sus movimientos. Y, desde luego, no sabía que Ian se iba a adueñar no sólo de su seguridad, sino también de su corazón.
La testaruda y alegre Dakota no se acercaba siquiera al ideal de cliente de Ian, pero podría ser algo más: su alma gemela… si lograba darse cuenta de que había encontrado el amor verdadero.