Al ser humano no suele gustarle que otros le adelanten, que posean más dinero, más medios, más belleza, más atractivo humano, o incluso más felicidad. Le desconcierta, como si se tratara de un fallo técnico de la naturaleza. Otras veces le deprime, o le induce a desear el mal al otro. Es difícil despojarse de esa tendencia, pero ¿sabemos por qué se produce, o qué consecuencias tiene? ¿Hay una envidia de la buena?
El autor propone en este libro modos positivos de alejarse de la envidia, favorecer la sana emulación y conquistar así la felicidad.