Las piernas recorridas por hilos de cobre. El pie extendido, el muslo flexionado.La música cambia. Soy yo el que está ahora en el escenario haciendo cabriolas y de nuevo Álex llega, lo ocupa todo, baila.Los aplausos como el fragor del agua. El público arrebatado. La danza sucediéndose en esta caída de agua. Todo sucediéndose...Pero, ¿y si no quiero que suceda? ¿Y si no quiero seguir bailando?