En toda la península arábiga hasta las altas tierras del Líbano, la antigua Persia, cuna del vino, los higos y el pan magro y los legendarios territorios de la fértil Mesopotamia, todo ello ha colaborado en la confección de una carta de sabores sublimes.
Gracias a la creatividad de sus habitantes hoy compartimos el falafel, el tabule y el cuscús; somos fanáticos del hummus y el shawarma y nos deleitamos con la variedad de especias y condimentos dignos de los dioses: comino, cilantro, sésamo, cúrcuma y azafrán.