Aceite de oliva, verduras, especias, frutas, carnes de caza, trucha, panes especiados, cochinillo y cordero, productos de la huerta, vinos de gran cuerpo, quesos de oveja, pastelería sublime, tomates, ajo, hierbas frescas, cebolla, pulpo y bacalao… Son algunos de los tantos
ingredientes característicos de la cocina española.
Una verdadera suma de las gastronomías regionales que, gracias a la dinámica de cada comunidad, se ha convertido en su carta de presentación ante el mundo.