Subimos a Instagram cada momento de nuestra vida, compartimos nuestros pensamientos íntimos en Facebook y vamos dejando nuestros datos personales cuando navegamos en internet.
Cada vez que hacemos clic, escribimos, damos un «me gusta», aceptamos una solicitud de amistad, compramos, o incluso cuando vamos andando por la calle, ¡nos vigilan más ojos de los que podemos imaginar! Dentro y fuera de internet, las empresas, los gobiernos y las fuerzas de seguridad van recopilando información sobre nosotros. Dicen que así estamos más seguros, o que eso nos facilita la vida. Pero ¿dónde está la línea que separa la seguridad de la intimidad? ¿Y a quién le corresponde trazarla?
Con diversos ejemplos de la vida real, la autora descifra en este libro el controvertido mundo de la vigilancia y explora temas tan candentes como la tecnología de reconocimiento facial, las cámaras de seguridad, el ciberacoso y el control de los alumnos en los colegios, entre otros.