Los modelos de vida en comunidad que ofrece en estos momentos la Iglesia no dan respuesta a quienes buscan un espacio de experiencia comunitaria abierta, mixta, integradora de lo personal, lo comunitario, lo social y lo trascendente. Juan Carlos Rodríguez Gámez presenta en esta Carta Fundacional un modelo de experiencia compartida, inspirado en las primeras comunidades cristianas descritas en los Hechos de los apóstoles. Porque «Dios no es patrimonio de unos pocos».