Hassna, una niña descendiente de una familia pudiente árabe bereber, queda huérfana al estrellarse el jet de sus padres regresando a Málaga. El socio y amigo de la familia se hace cargo de ella hasta entregarla al hermano del padre de la niña para que se encargue de ella en calidad de tutor y albacea de la fortuna que hereda la pequeña. Hassna es trasladada a Granada, a su nuevo hogar. Lalla, esposa de Manssur, tío de Hassna, se encariña con ella hasta que, por decisión del tío, es enviada a un internado, donde conoce a Rania, que será para ella como una hermana. Manssur, adicto a las apuestas, lapida su patrimonio y va en busca del dinero de Hassna.
Años después, debido al matrimonio frustrado de Hassna con su amigo Omar, ella contrae una fuerte depresión. El tío la confina dentro de un sanatorio y la declara loca e incapaz de administrar su herencia. Rania, con ayuda de Lalla, emprenderá el rescate y la huida de la muchacha al desierto, donde se encontrará con retos tratando de sobrevivir la odisea que se le presenta en el camino. Hassna es perseguida por un detective privado y un sicario para terminar con su vida.