Asís Taboada, joven atractiva y prematuramente viuda, se despierta una mañana con una fuerte resaca, provocada por los excesos que ha cometido el día anterior en la feria madrileña de San Isidro en compañía de un galán seductor y calavera, el gaditano Diego Pacheco. Aunque la moral de la época lanza constantes alertas para que se olvide de ese pretendiente, ella no lo tiene tan claro y desoye los consejos de la buena moral. Cien años después de la muerte de Emilia Pardo Bazán, Insolación sigue siendo una obra divertida, profundamente castiza y muy adelantada en su concepción, claramente feminista, a la época en la que fue escrita.