Carmen de Ustaritz está a punto de ser ejecutada en Nueva Orleans por brujería o, dicho sin eufemismos, por ayudar a los negros a mejorar sus condiciones de esclavitud. Corre el año 1827, queda medio siglo para que se desate el Salvaje Oeste tal y como lo cuentan las leyendas cinéfilas y Estados Unidos es un país con apenas unas décadas de historia y un lugar mucho más peligroso e incierto. Pero Carmen está acostumbrada a los peligros: ya estuvo a punto de morir en 1812, durante el asedio francés a Cádiz; y en 1815, cuando sobrevivió a otro asedio, el de los británicos sobre Nueva Orleans, en una batalla que de haber ganado el Reino Unido habría supuesto la recuperación inglesa de sus antiguas colonias americanas...