Un libro que fomenta el diálogo e invita a las personas a conocerse mejor para luchar contra los prejuicios.
Las clases han comenzado y Bobby tiene un gran problema: su maestra, la profesora Kirby, es un monstruo real, con la piel verde y dientes puntiagudos, que ruge y deja sin recreo a los alumnos. Sin embargo, un sábado por la mañana, Bobby se encuentra con su maestra en el parque. Al principio quiere escapar de ella. Sin embargo, mientras ambos platican, descubre que hay aspectos de la profesora que no imaginaba. De manera sorprendente, los dientes puntiagudos de la señorita Kirby desaparecen y su piel verdosa adquiere un tono más humano. Estos cambios persisten cuando Bobby regresa a la escuela el lunes... al menos la mayor parte del tiempo.
"Brown deja claro que los profesores también son personas…"