Holly Ross se marchó de Yewdale después de la muerte de su madre, pero un año después decidió volver a su casa.
La aguardaban muchos cambios, entre ellos una nueva madrastra. Pero el mayor cambio de todos fue el de sus sentimientos por el doctor Sam O'Neill. Sam había planeado, hacía ya mucho tiempo, irse a trabajar a África, pero si él compartía sus sentimientos, y Holly creía que así era, ¿podría convencerlo para que se quedase en Yewdale?